sábado, 28 de mayo de 2011

El final es en donde partí (o cómo pienso en círculos)


(28 de Abril de 2011)

No me hables nunca más. Desaparecé. Borrate. Esfumate.
No. Hablame. Dejame decirte que no quiero hablarte más, que no me interesa. Que ya fue. Necesito contarte que ya no me importás, que nunca me importaste en realidad. Que todo fue tu imaginación y yo solamente me reía de vos. Mentirte un poco va a hacer bien, aunque no vayas a creerme, es preciso sentir que si.
Te vas, tenés que irte de mi con todo lo que sos. Liberarme de esa obsesión. No. De esa fantasía. Idealicé, es verdad. Lo dijo mi psicóloga.
Sos perverso, sabés todo y te gusta. Incluso podés llegar a pensar que esta nota va dirigida a vos, pero nunca tendrás la seguridad. Todavía hay cosas que no podés ver, ni entender.
Que yo soy para vos, que vos sos para mi.
Y algún día me vas a hablar, y yo voy a contestarte. Y si no pasa voy a hablarte, y quizás no me contestes. Voy a esperar que me hables. Voy a pedirte que lo hagas.
Hablame, aparecé en mi vida. Dame señales. Que no se termine. Que siga esté infinito círculo enfermo, donde no distingo realidad de sueño, ¿Solo con lenguaje se forma la historia? ¿Quién lo necesita? Yo no, quiero otra cosa. Al cuerno con la lengua. Solo me confunde.
No me hables nunca más. Desaparecé. Borrate. Esfumate.

























0 comentarios:

Publicar un comentario