(7 de Mayo de 2011)
Es viernes, estoy en casa, y no me importa.
Yo me quise quedar pero ahora que lo pienso... lo estoy pensando... eso... el problema es ese... estoy pensando...
¿Y cómo hacer para que mi cabeza se detenga?
Me dijo él, hace muchos años atrás: "no hay que pensar tanto, hace mal" A medida que pasa el tiempo le voy dando la razón, lo contradigo con fuerzas, y vuelvo a pensar que estaba en lo cierto. No sin negarlo otra vez.
No es cómo una máquina pero de alguna forma así es mi representación mental: engranajes volando por todos lados, a una velocidad desgastante, corrompiendo sensaciones, reprimiendo acciones, manipulando la realidad.
¿Cuál es la linea? ¿Dónde se cruza? ¿Quién la define?
Un escalofrío recorre mi cuero cabelludo y atraviesa mi espalda. Hay un enganche que falta... ¿Un jugador fuera de lugar? ¿Un tornillo perdido?
El resultado: una distancia, muchas a la vez. Realmente una sola.
Es viernes a la noche, estoy en casa, y no estoy drogada.