Esa conexión indudablemente eterna
que a la vez intermitente
continua e invisible.
Parte del Karma o del destino,
inevitable, como el correr del tiempo
que nos obligó a crecer,
separó nuestros caminos
ahora paralelos.
Sin saber si es parte
de una Voluntad involuntaria,
o es un querer oculto,
bastante explícito, latente
intencionalmente apasionado
y consecuentemente prohibido
por un subconciente dudoso
lastimado, inseguro y desconfiado,
que ataca como defensa,
lastima y contagia locura,
enferma y desgarra.
Induce a una revolución interior,
llama a la culpa,
y no termina de destruirnos
pero tampoco nos construye.
Como cambiaron las cosas, te extraño un poco...
Clara
2 comentarios:
JAJAJA.
CHINGÁ!!! Y PENSAR QUE QUIZÁ SIGA YO VIENDO A LA VIEJA ESA DE PENSAMIENTO JAJA.
GRACIAS MOROCHA FOGOSA, AJA TE QUIERO.
genial... no more words
Publicar un comentario